Si supieras lo que hay en tu colchón, lo habrías hecho hace mucho tiempo
Todos conocemos esa maravillosa sensación de dormir bajo sábanas recién lavadas. Una cama limpia y cómoda es suficiente para hacer feliz a cualquiera. Por extraño que parezca, muchas personas nunca han limpiado su colchón. Si supieras lo que se puede encontrar allí, probablemente lo pienses de nuevo. Tener sábanas limpias no significa necesariamente que estés durmiendo en una cama limpia. De hecho, se recomienda limpiar el colchón dos veces al año para garantizar que la cama en la que duermes esté realmente limpia.
¿Qué tan asqueroso puede ser un colchón?
¿Alguna vez has pensado en cuántas células cutáneas pierden los humanos cada hora que pasa? Bueno, ¡millones! Estas células de la piel normalmente permanecen en la superficie de las sábanas, pero algunas de ellas se mezclan con las fibras y con el sudor. Como resultado, se abren camino hacia tu colchón. En otras palabras, tu colchón necesita atención seria y es importante limpiarlo.
Para las personas con alergia a los ácaros del polvo doméstico, lo anterior es evidentemente una noticia terrible. Para esas personas es importante limpiar el colchón con frecuencia. ¡Especialmente porque se sabe que los ácaros del polvo son muy aficionados a las células de la piel! ¿A menudo te despiertas por la mañana con la nariz tapada, congestionada o con picazón, y te duelen los ojos cuando te despiertas? Lo más probable es que estos pequeños monstruos se hayan metido en tu cama.
Los colchones se duplican en peso cada 10 años
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Con estos tres pasos, limpiarás tu colchón rápida y fácilmente.
Aquí tienes lo que se necesita:
- Bicarbonato de sodio
- Una aspiradora
- Un paño húmedo
Paso 1
Comienza aspirando tu colchón a fondo. Esto elimina el polvo y la suciedad en la parte superior de tu colchón y evita que llegue hasta él. Solo asegúrate de que tu aspiradora esté limpia antes de utilizarla en tu cama. Si no, tu colchón solo se ensuciará más.
Paso 2
Paso 3
Elimina las manchas de tu colchón con un paño húmedo. Extiende una mezcla de bicarbonato de sodio, agua y sal sobre las manchas y déjalo reposar durante 30 minutos. Luego límpialo con un paño empapado en agua fría.
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